No es algo nuevo que el mundo del Surf y todos los deportes al aire libre en general; no han seguido un camino de lo más sostenible a lo largo de su historia comercial. Las resinas epoxy, los tintes, parafina, el neopreno,… todo ello productos que no están en sintonía con la naturaleza.
Pero en los últimos años muchas marcas hemos cambiado esta dinámica y nos esforzamos por ofrecer productos al mercado lo más sostenibles posible.
Piel Salada y otras marcas trabajamos con algodones 100% orgánicos y tintas de impresión que cuentan con certificados GOTS.
Apostando por productos de calidad y durabilidad para cambiar esa moda de consumo vertiginoso por la SlowFashion o lo que es lo mismo volver a los orígenes. Comprar lo que necesitemos y que esa prenda dure mucho mucho tiempo hasta el punto de pasárnosla entre hermanos, primos y amigos.
Por supuesto la marca pionera y en la que todos nos gustaría vernos reflejados aunque fuera un poquito es Patagonia
Yvon Chouinard, fundador de Patagonia, se inició como escalador en 1953.
Chouinard fundó una pequeña tienda en el patio trasero de sus padres, en Burbank. La mayoría de sus herramientas eran portátiles, por lo que podía cargarlas en su vehículo y viajar a la costa de California, desde Big Sur hasta San Diego, y surfear. Después de surfear, se detenía por un momento, transportaba su yunque hasta la playa y cortaba pitones angulares con un cincel frío y un martillo.
Pronto, la demanda de los productos de Chouinard fue tal que ya no podía continuar fabricándolos manualmente. Tuvo que comenzar a usar herramientas, matrices y maquinarias. Así es que, en 1965, se asoció con Tom Frost, un ingeniero aeronáutico y escalador, y quien tenía un agudo sentido del diseño y la estética. Durante los nueve años en los que Frost y Chouinard fueron socios, rediseñaron y mejoraron casi la totalidad de las herramientas para escalar, a fin de hacerlas más resistentes, livianas, simples y funcionales. Regresaban de cada viaje a las montañas con nuevas ideas para mejorar las herramientas existentes.
A lo largo de los años la empresa fue creciendo y ajustando cambios y con ello despertando una ética medioambiental bien temprana.
“Patagonia aún era una empresa relativamente pequeña cuando comenzamos a dedicar tiempo y dinero a la crisis ambiental cada vez más evidente. Todos observamos lo que estaba sucediendo en los lugares más remotos del mundo: contaminación y deforestación progresivas, la lenta (y luego no tan lenta) extinción de peces y vida silvestre. Y, observamos lo que sucedía más cerca de nuestros hogares: secoyas de miles de años que morían debido al esmog de Los Ángeles, la reducción de la vida en las piscinas que deja la marea y los lechos de alga, y el desenfrenado desarrollo en los terrenos a lo largo de la costa”
“En 1988, iniciamos nuestra primera campaña ambiental a nivel nacional en defensa de un plan maestro alternativo para desurbanizar el valle de Yosemite. Todos los años, desde entonces, hemos emprendido una importante campaña de educación sobre un problema ambiental”
Si queréis saber más sobre su historia os recomendamos que leáis el libro “Que mi gente vaya a hacer surf” es toda una inspiración para todo tipo de negocios y en especial para los que somos amantes de la naturaleza y queremos hacer las cosas bien y no sólo por puro dinero.
Patagonia no es perfecta, ha cometido errores igual que los cometemos todos pero ha sabido dar marcha atrás en numerosas ocasiones, hasta llegar al punto donde está. Ya hace años que la marca de ropa lanzó el proyecto "Worn Wear" en su apuesta por la economía circular y el modelo de negocio sostenible.
Pero el golpe maestro llegó cuando su dueño Yvon Chouinard donó su empresa a la lucha contra el cambio climático.
“Yvon Chouinard crea un fideicomiso y una organización sin fines de lucro que serán los dueños del 100% de una compañía valorada en 3.000 millones de dólares”
¿Qué opinas?
¿Es Patagonia la empresa más sostenible del mundo?
imagen portada: ECO VISION
2 comentarios
Tengo ese libro, que me regalaron en un cumpleaños y es un libro de lectura recomendada, te guste o no el surf. Es una lección de principios por la sostenibilidad y amor por la naturaleza.
Tengo ese libro, que me regalaron en un cumpleaños y es un libro de lectura recomendada, te guste o no el surf. Es una lección de principios por la sostenibilidad y amor por la naturaleza.